¿Ecuatoguineano o Bantú, qué eres?

  


Introducción

La cultura de un pueblo se construye sobre su identidad única, y esta se manifiesta a través de valores específicos que orientan su forma de ser y actuar, dejando patente que: “un individuo es, no tanto su origen, sino principalmente su escala de valores”. Por tanto, es necesario ser coherentes con lo que decimos ser y los valores que realmente nos definen, igualmente, cuestionar si la identidad que adoptamos o atribuimos a otros se corresponde realmente con esos valores. ¿Se puede considerar más africano a un ecuatoguineano que desprecia sus raíces precoloniales y adopta completamente valores occidentales que a un hijo de extranjeros nacido en África, pero que respeta a sus mayores, honra los tabúes, es honesto, hospitalario, sigue la filosofía Obuntu, venera a los ancestros y cuida la naturaleza? Y más concretamente, ¿cuál de los dos realmente se merece el privilegio de identificarse como africano?

Cierto, en Guinea Ecuatorial, ningún individuo se corresponde completamente al perfil asociado en este artículo al ecuatoguineano o al bantú; todos transitan entre ambas identidades. Sin embargo, algunos se inclinan más hacia los valores heredados de la colonización: adorando a Cristo, vendiendo a sus hijas por dinero, y blanqueando su piel; mientras otros buscan rescatar su esencia bantú; practicando la hermandad, la hospitalidad y la honestidad.

El presente artículo supone una segunda prueba de que: “el ecuatoguineano NO ES AFRICANO”, fruto del estudio piloto realizado por los sociólogos ecuatoguineanos Mba´a ONA´A BINDANG y Martín Ngua OWONO BILOGO, de la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial (UNGE), sobre la escala de valores del ecuatoguineano a lo largo de ciertos periodos de su historia. Tal vez la respuesta no esté en elegir uno u otro camino, el mundo no siempre debería ser blanco o negro, sino en encontrar un punto de equilibrio: ser Mba’aista.

 

1.      El ecuatoguineano: Heredero de la Colonización Española

El ecuatoguineano es el producto directo de la colonización española y de otras influencias occidentales que han marcado la historia del territorio. Nació oficialmente en 1968, tras independizarse de su herencia precolonial, pero fue un parto complicado. De ese proceso emergió un individuo cristiano, acomplejado, dependiente y confuso, moldeado por los valores de la "madre patria" y desconectado de sus raíces bantú.

Características del Ecuatoguineano:

  1. Religión y Lengua: Dado que son asignaturas que se le han estado impartiendo desde su niñez, heredó el cristianismo de España -y de ahí nadie lo saca-. Sus lenguas oficiales son el español, francés y portugués, con creciente influencia del inglés, mientras las lenguas autóctonas permanecen relegadas.
  2. Identidad Cultural: Es un híbrido, generalmente occidental, aunque conserva ciertos matices africanos. Su identidad carece de solidez y está constantemente moldeada por tendencias externas.
  3. Consumismo Ostentoso: Muestra un consumo excesivo de productos occidentales como símbolo de estatus. El valor personal se mide muchas veces por la capacidad de adquirir bienes de lujo.
  4. Individualismo Selectivo: Su comportamiento oscila entre el individualismo occidental y el colectivismo africano, al que solo recurre cuando le resulta conveniente.
  5. Desconexión con la Naturaleza: Percibe la naturaleza únicamente como un recurso económico a ser explotado, sin reconocer su valor espiritual o comunitario.
  6. Aspiración a la Occidentalización: Su objetivo es imitar el estilo de vida occidental, desde la moda hasta los modelos económicos y sociales. La educación formal es un pilar fundamental en esta búsqueda.
  7. Familia Nuclear: Prefiere estructuras familiares nucleares y solo recurre a la familia extensa en contextos de desestructuración o necesidad.

El ecuatoguineano es, en gran medida, un reflejo de Occidente, pero incompleto y fragmentado, sin una identidad propia. Cree en el cristo que le enseñaron los occidentales, vive como ellos, aspira aun más a ser ellos, y solo se presenta como africano cuando necesita justificar alguna mala actitud.

 

2.      El Bantú: Guardián de la Tradición Ancestral

El bantú representa el legado cultural africano anterior a la colonización. Es el individuo que encarna la conexión con la tierra, la comunidad y los valores ancestrales que han dado cohesión a los pueblos africanos durante siglos.

Características del Bantú:

  1. Conexión con la Naturaleza: La tierra no es solo un recurso, sino un ser vivo con el que se convive. Respeta los ciclos vitales y reconoce la sacralidad de los ríos, bosques y montañas.
  2. Colectivismo: La comunidad está por encima del individuo. El bienestar común es prioridad, y cada miembro tiene un rol en el equilibrio social.
  3. Gerontocracia y Respeto a los Ancianos: Los mayores son fuente de sabiduría y autoridad. Sus consejos y decisiones son fundamentales en la vida comunitaria.
  4. Espiritualidad Ancestral: Es animista, venera a los ancestros y cree en los espíritus de la naturaleza. No conoció a Cristo ni adoptó religiones foráneas.
  5. Economía Sostenible: Su economía es de subsistencia, respetando los recursos naturales y evitando la sobreexplotación.
  6. Educación Oral: El aprendizaje se transmite mediante cuentos, fábulas, refranes y relatos orales, preservando la sabiduría colectiva.

El bantú es un ser íntegro, profundamente arraigado en su cultura, guiado por valores que han permitido la supervivencia de su pueblo en armonía con su entorno, pero es cosa del pasado, en los nuevos tiempos, no duraría ni un día.

 

3.      El Mba’aista: El Punto de Equilibrio

Frente a estas dos identidades polarizadas, el Mba’aista surge como un individuo que toma lo mejor del ecuatoguineano moderno y del bantú ancestral, evitando sus defectos. No busca volver al pasado ni perderse en la imitación occidental, sino crear una identidad sólida y coherente.

Características del Mba’aista:

  1. Identidad Propia y Auténtica: Integra el conocimiento formal con la sabiduría ancestral, formando un pensamiento crítico e independiente. No copia modelos, los adapta a su realidad.
  2. Equilibrio entre Individualismo y Colectivismo: Se desarrolla personalmente, pero sin sacrificar la comunidad. El éxito se alcanza con los demás y no a costa de ellos.
  3. Desarrollo Sostenible: Reconoce el valor económico de la naturaleza, pero también su importancia espiritual y comunitaria. Promueve un uso responsable de los recursos.
  4. Espiritualidad Consciente: Cree en el amor al prójimo, considera que el bien es bueno en sí mismo y tiene beneficios sociales evidentes.
  5. Consumo Responsable: No busca ostentar, sino consumir con propósito y conciencia, apoyando lo local y sostenible.
  6. Familia como Pilar: Equilibra la familia nuclear con la extensa, entendiendo la importancia de ambos modelos.

El Mba’aista no es esclavo del pasado ni marioneta del presente. Es un arquitecto de su propio destino, capaz de construir una sociedad auténtica y próspera.

 

Ahora bien, ¿ecuatoguineano, Bantú o Mba’aista?

Hoy más que nunca, África se enfrenta al desafío de definir su identidad. El ecuatoguineano camina hacia la occidentalización, mientras el bantú conserva la esencia de la tradición ancestral. Pero existe una tercera vía: el Mba’aista, que selecciona con criterio lo mejor de ambos mundos para forjar un camino propio.

¿Quién decides ser?

¿Un ecuatoguineano sin raíces, un bantú que mira al pasado o un Mba’aista que construye el futuro?

La elección es tuya. Pero recuerda, el verdadero cambio empieza con quienes tienen el valor de pensar por sí mismos y actuar con propósito, esto es, guiándose por los valores de Tolerancia, Respeto y Aceptación en lo social, así como Voluntad, Proactividad y Compromiso en lo personal.

 

 

 


Comentarios



  1. El trabajo es bastante bueno, el artículo presenta un análisis profundo y bien argumentado sobre la identidad del ecuatoguineano en relación con la africanidad. Lo que más destaca es la claridad con la que expones tu tesis, respaldándola con referencias históricas, culturales y sociopolíticas que invitan a la reflexion.

    Creo que este artículo no solo invita a repensar la identidad ecuatoguineana, sino que también enriquece el debate sobre lo que significa ser africano en un contexto poscolonial. Es un texto que desafía, educa e inspira, aportando una perspectiva original que sin duda merece ser leída y discutida.


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    1. Me siento sumamente abrumado por tus palabras y agradezco que reconozco lo que intento transmitir. Muchas gracias gran Okue'e

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    1. Muchas gracias!!! La verdad es que el mérito no es solo mío, trabajé con mi compañero Ngua'a.

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  3. El artículo es interesante pero al mismo tiempo pretencioso ya que de manera indirecta se pretende inclinar el pensamiento del lector hacia la filosofía del autor. Sin embargo, el libre albedrío es innato al ser humano, todo lo demás ya sería una imposición de pensamiento.

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    1. Un Planteamiento Coherente, pero solo permítame REAFIRMAR que el Mba'aismo está a años luz de ser una ideología y NO trata de imponer nada a nadie. La Propuesta Filosófica del Mba'aismo solo se limita en presentar CÓMO ES LA VIDA, siendo el mismo lector quien decida CÓMO VIVIRLA. El Mba'aismo solo dice "fumar puede matar", y el lector decide si hace caso o sigue fumando. Por tanto, querido lector, SIÉNTETE LIBRE de ser quien quieras, como quieras y guiándote por los valores que decidas.

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  4. Me ha gustado mucho tu crítica , pero creo que las respuestas a tus preguntas se responderán cuando los africanos logren encontrar una nueva identidad en el que vuelvan a sentirse cómodos

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    1. Muchas gracias por tus palabras!!! Lo cierto es que, deseo con todas mis fuerzas que llegue ese momento.

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