Nsua NO ES dote, NUNCA LO HA SIDO.

 MBA´AISMO: ARMONÍA ENTRE LO TRADICIONAL Y LO MODERNO



RESUMEN

  Nsua por dote, pareja de los elegidos por ilusión de la elección, respeto de los roles domésticos por desvinculación con los roles naturales, relaciones estables y duraderas por aventuras pasajeras y espontáneas, aceptación de la responsabilidad familiar por morosidad y, por supuesto, se ha pasado de mujer maravilla a mujer objeto y de lo tradicional, duradero y significativo a lo moderno, efímero, pero excitante.

   El presente artículo explica cómo es que las culturas son diversas, están sometidas a diferentes condiciones geográficas, atmosféricas y ambientales, desarrollan una cosmovisión y tradiciones   distintas, lo que hace que sus valores sean, a veces, totalmente opuestos o simplemente equidistantes. Por tanto, el contacto de tantas realidades en una, tendría que ser un milagro, pues, de esta diversidad han surgido, se componen y son el mismo ser humano, la naturaleza y el universo. Sin embargo, el Mbaismo se percata del hecho de que algunas prácticas distorsionadas por particulares o simplemente nerfeadas por el paso del tiempo, ya boicotean la integridad de la cultura en su conjunto, poniendo en peligro la diversidad y la armonía.


PALABRAS CLAVE

Cultura, Cosmovisión, Tradición, Mba'aismo.


INTRODUCCIÓN

  La cultura, como forma de adaptación al medio, alberga dentro de sí un conjunto de prácticas que, en lo objetivo, han de ir siempre encaminadas a la consecución de la estabilidad y concordia de la sociedad, así como garantizar su perdurabilidad en el tiempo. Si bien la cultura consta de múltiples elementos constituyentes como la música, el arte, la lengua, la religión, etc; las prácticas concretas en el seno de una cultura se llaman tradiciones y suponen las estrategias diseñadas para solventar las situaciones por las cuales han venido viéndose envueltas las sociedades y que han demostrado ofrecer resultados efectivos, eficientes y favorables para la comunidad, ganándose así su perdurabilidad en el tiempo aunque también es vital recalcar que, pueden llegar a ser modificadas o incluso eliminadas a lo largo de las generaciones para adecuarla a la nueva realidad.

   Toda manifestación cultural es resultado de unas circunstancias geográficas, atmosféricas y ambientales totalmente únicas y, por ello, desarrolla una cosmovisión distinta e incluso opuesta al resto de culturas existentes en el mundo. La cosmovisión como la manera específica de interpretar la realidad y sus circunstancias, es la herramienta con la cual los individuos de una cultura forjarán unos valores que les ayuden a persistir como especie. Los valores resultantes de unas circunstancias compartidas y de una conciencia colectiva, determinarán la concepción del individuo, la familia, la comunidad y la sociedad en general. Indicarán el método adecuado de elegir pareja, de formar una familia, de casarse y dictaminará todos los aspectos de la vida del individuo, todo con el interés último de mantener la estabilidad de la cultura y de su perdurabilidad en el tiempo.

  En el momento que alguna práctica cultural (tradición) se volviese contraproducente a la consecución de la bondad infinita, el Mbahaismo afronta dicha situación con contundencia, avalando la actualización de toda tradición que ya resultase asfixiante o si no, abandonarla en el baúl del olvido, pues, la cultura como el todo no puede ser enjuiciada solo por una práctica distorsionada. Ninguna cultura es mala ni inservible, solo pueden resultar serlo sus prácticas viciadas por los intereses particulares de individuos concretos o simplemente por el inevitable paso del tiempo. 

  El artículo describe la situación en la cual, la mezcla de las culturas, sus múltiples y muy variadas tradiciones y cosmovisión, si bien tendría que haber sido una bendición, la consolidación de un mundo más colorido, rico en diversidad, intercambio cultural y abierto siempre a otras formas de percibir la realidad. Por el contrario, se nos presenta una desgracia, un suicidio, un autosabotaje de una de las manifestaciones culturales, situación que roza la extinción de la misma y pone en peligro la diversidad que da sentido no solo a la cultura por sus múltiples tradiciones, sino también al ser humano, la naturaleza y a todo el universo que por esta diversidad existen, de esta diversidad se componen y esta diversidad son.


LAS COSMOVISIONES

 Cosmovisión, un término que define la percepción de la realidad de una determinada cultura o de un grupo humano perteneciente a un momento histórico concreto. Suele ser el resultado de unas circunstancias geográficas (con salida al mar o no), atmosféricas (piel oscura o clara) y ambientales (productos y circunstancias endémicas) y, por ello, creará y consolidará tradiciones en función a su realidad y circunstancias. 

  En términos simples, un individuo nacido en un espacio geográfico con salida al mar o no, desarrollará habilidades como la pesca o caza, la construcción de cayucos o de azadas, tendría habilidades de comercio o de batalla y conocerá mucho mundo o solo de oídas; por las condiciones atmosféricas, tendría una piel oscura o clara, haría mucho calor o frío, estaría obligado ir en taparrabos por el calor o cubrirse de pieles de oso por todo el cuerpo por el frio; por las condiciones ambientales, se nutriría de antílopes o de osos y todas estas circunstancias crearán una realidad u otra para cada individuo.

   Así como las culturas no son las mismas, la cosmovisión ni las tradiciones; la concepción que se tiene de la mujer tampoco acaba siendo siempre la misma, mientras para una cultura A, la mujer es una maravilla, para la E, supone el principio de todos los males. A la hora de elegir pareja, en una cultura era función de los padres, pues se interpretaba que no solo se unían dos individuos, sino dos familias, por tanto, los cónyuges eran constantemente puestos a prueba en la cultura A, por si eran los realmente elegidos para cada uno, en la E, el hombre tenía que ser lo suficientemente valiente de despojar a una familia de la maldición que habían tenido en su seno desde su nacimiento. Por tanto, para la celebración de la tradición del casamiento, en la cultura A, el hombre, habiendo pasado por todas las pruebas y demostrado a sus suegros que era el indicado, debía pasar una última prueba que obligaría al hombre pasarse meses en el interior del bosque y traer consigo un objeto con un altísimo valor simbólico llamado Ekuele (una especie de aleación de metal) en concepto, no de dote, sino de Nsua (símbolo de reemplazo por el tesoro que se llevaría), en caso de que no lo hubiese, se construiría una casa para uno de los suegros; un aba´a o un salón para el suegro o una cocina para la suegra y en caso de que no fuese la opción elegida, simplemente se traería una cabra preferentemente hembra que pudiese dejar descendencia. 

 En la cultura E, si la mujer era la encarnación del mal, que un hombre demostrase la suficiente valentía de casarse con ella y llevársela de la casa familiar, era motivo de celebración e iba acompañado de una compensación económica de parte de la familia de ella a él, en otras palabras, la familia de ella pagaba la dote. Lo cierto es que no cualquier hombre se armaba de tanto valor, habría que ser un verdadero guerrero, un matagigantes, para quien la mujer no supusiese un peligro mayor que aquellos a  los que estaba habituado enfrentar, un señor sumamente rico que quisiese añadir una posesión más a su patrimonio o, por otra parte, estar locamente enamorado. Así, Nsua y dote son, por tanto, dos realidades totalmente opuestas y que la cultura A esté utilizando el concepto de dote cambia la concepción de mujer maravilla a convertirle en una mujer objeto de compraventa.

  El Mbaismo, basándose en el principio de relativismo Cultural, nunca cataloga a las culturas en más importantes que ninguna pues entiende que cada cultura tiene sus circunstancias y trata por ello de respetar y comprender toda manifestación cultural que estuviese siempre encaminada a la consecución de la bondad infinita a través de los principios de Tolerancia a la diversidad, el Respeto a las condiciones no propias y la Aceptación de todas las manifestaciones culturales existentes.


CAMBIO DE PARADIGMA

   En algún momento atemporal de la historia, se fundieron las culturas A, E, I, O, U hasta Z, también estuvo ahí la cultura A11 y, por supuesto, la A´ (la cultura A prima). Cualquiera hubiese confirmado que la dinámica se repetía, al igual que con el universo, la naturaleza y el ser humano, el conglomerado de las miles de manifestaciones culturales daba la impresión del surgimiento de un mundo maravilloso, colorido, rico en diversidad, intercambio cultural y abierto siempre a otras formas de percibir la realidad, sin embargo, desgraciadamente no fue así.

 Ninguna cultura es superior ni más importante que otra, todas y cada una tienen algo que aportar para la diversidad cultural en el mundo. Las identidades culturales locales han de persistir y si es a costa de la eliminación de alguna tradición, práctica o costumbre considerada y demostrada como perniciosa, que así sea. Pues, mientras algunas manifestaciones culturales sacaban jugo de la diversidad y del intercambio cultural, adecuaban sus tradiciones a las nuevas exigencias y conseguían el dominio total del mundo, otras se ahogaban en su propia sangre, se cortaban las venas, ponían en peligro su aporte a la diversidad y frenaban por ello la armonía entre las distintas manifestaciones culturales existentes.

   La mutación fue tal que, culturas como la A y alguna otra, se fundieron en el autosabotaje, convirtiéndose en un ser, vivo pero carente de alma, en un recipiente vacío dispuesto agarrarse a cualquier cosa sin filtro alguno porque carecía de un criterio e identidad propios y no tenía nada que volver a perder. La cultura llega a estos niveles porque lleva un agente patógeno en su seno y dicho tumor ha de ser extirpado cuanto antes si la intención es salvar a la cultura en su conjunto o al menos lo que quedase sano de ella.

 El mbaismo propone el filtro de las tradiciones que resultan una amenaza para la persistencia de una cultura, pero la pregunta del millón es ¿a quién le correspondería determinar la eliminación de una práctica cultural nociva? La respuesta es muy fácil…


! Ayúdeme a mejorar con su comentario!

Comentarios

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias. Lo cierto es que sigue habiendo muchísimo que explicar..

      Eliminar
  2. En la vida práctica cada ser humano sirve para algo y si hay algo verdaderamente importante en este mundo, es saber para qué sirve cada cuál. Encontrar o descubrir nuestra verdadera vocación individual, equivale de hecho a descubrir un tesoro muy precioso..... creo que usted ya descubrió su camino, “ ánimo Hombre”

    ResponderEliminar
  3. 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

¿Ecuatoguineano o Bantú, qué eres?

La historia que NUNCA APARECE en los libros.

Los jóvenes NO SON EL FUTURO, NUNCA LO HAN SIDO.